Tener un nombre y apellido es tener identidad, es ser alguien para recordar, para marcar la diferencia. Vivimos para progresar, para trascender, para construir un nuevo destino. En definitiva uno construye en cada paso de su vida, su verdadero nombre.
Pacheco Pereda destaca, aquello que se transmite sin que se enseñe, que se comparte sin que se pida y que siempre te acompaña.